La otra vida de los residuos

Se ha convertido en un gesto cotidiano. De esos que forman parte de nuestras vidas. Nos referimos a coger las bolsas de basura con envases; o las de cartón y papel y llevarlas a sus respectivos contenedores —amarillo y azul—. Por suerte, reciclar ha pasado a ser una costumbre mecánica que realizamos casi a diario —¡y venga visitas a los contenedores!— sin apenas esfuerzo. Hasta ahí todo está claro. Las dudas surgen cuando nos planteamos qué se hace con nuestra basura. La respuesta es muy sencilla y tremendamente esperanzadora para el medio ambiente: se crean nuevos productos y artículos que nosotros mismos volvemos a utilizar. Ese es precisamente el gran valor de los residuos: tienen más vidas que las que nosotros les damos.

Antonio Barrón, director de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes, lo sabe bien: “Gracias al reciclaje, los envases pueden tener muchas vidas: por ejemplo con 80 latas de refresco se puede fabricar una llanta de bicicleta; con 40 botellas de agua un forro polar. Cada vez que depositamos un envase en un contenedor amarillo o azul no solo estamos contribuyendo a que se recicle y tenga una segunda vida, sino también reduciendo la emisión de CO2 a la atmósfera y ahorrando agua y energía”. Es importante tener conciencia de ello para que aún sea más habitual el gesto de echar cada bolsa de residuos al contenedor que le corresponde...

El papel y el cartón

Son, probablemente, los residuos con otras vidas más populares. Quizás porque básicamente vuelven a ser lo mismo y con casi idéntica utilidad. Lo explica David Barrio, director de Reciclado y Logística de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón): “Con el papel usado que se recoge de los contenedores se fabrica otra vez papel. Con periódicos usados se fabrica de nuevo papel para periódicos; con cajas de cartón, material para cajas de cartón... Pero además de los usos que todos conocemos (folios, cuadernos, libros, bolsas, papel higiénico…) el papel tiene muchas otras aplicaciones: el filtro de la cafetera, la bolsa de la aspiradora, las etiquetas de papel metalizado de las botellas de cerveza…”. Y la lista va aumentando: “los arquitectos diseñan sólidas estructuras en cartón, se hacen muebles, expositores, puestos… hasta bicicletas o baterías de cartón y papel”, comenta Barrio.

Plástico

Aunque sea el más conocido, no es el único residuo reutilizable. Ni el que más proyección tiene. Los envases parecen ser algo así como la gran esperanza del reciclaje. “Una de las razones de ello es que el plástico reciclado tiene la misma vida útil que el plástico virgen”. Lo dice Enrique Gallego; Director General de la Asociación Española de Industriales de Plásticos. En este campo las expectativas son realmente sorprendentes. Y son muchas las empresas que quieren aprovechar el tirón de la innovación en reciclaje. Una de ellas es ZICLA, firma catalana que cuenta en su haber con el separador de carril bici ZEBRA, fabricado con residuos plásticos de PVC, provenientes del contenedor amarillo, el de los envases. Este producto se exporta a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Chile, Nueva Zelanda y Turquía; y ha sido escogido en 2011 como el segundo mejor producto de plástico reciclado por EPRO (European Association of Plastic Recycling).

El objetivo de esta firma se presenta claro para Alfredo Balmaceda, socio fundador: “Trabajamos para que aquello que unos tiran se transforme primero en materias primas aprovechables y después en productos reciclados”. El motivo es bien sencillo: “Los residuos están vivos, las actividades humanas —tanto los servicios como la industria— están generando de manera continua nuevos residuos a los que es necesario encontrar aplicaciones nuevas e imaginativas”. Por ejemplo, una familia de bancos para jardines, plazas y parques fabricados con perfiles de plástico reciclado; o una línea de jardineras fabricadas con residuos de envases de tetra brik, sus próximos productos en el mercado.

Y aún hay más, porque de un tiempo a esta parte las firmas de moda también están apostando por envases reciclados para elaborar sus prendas. Ecoalf dedica una buena cantidad de sus ingresos al I+D+I para conseguir tejidos que se puedan comparar en calidad y precios con los no reciclados. ¿El resultado? Abrigos, cazadoras, chaquetas, sudaderas, zapatillas de deporte y de montaña, mochilas… Javier Goyeneche, Fundador y presidente de Ecoalf comenta: “Los tejidos que utilizamos para crear nuestras prendas y accesorios provienen de elementos de deshecho que sometemos a procesos de reciclaje. De ese modo, no solo reducimos el consumo de los recursos naturales , sino que también contribuimos a dar una segunda vida a los desechos convirtiéndolos de nuevo en materia prima”. Y continúa explicando: “De cada deshecho sacamos un tipo de tejido. Por ejemplo de las botellas de plástico sacamos polyester; de las redes de pesca, nylon. Cada tejido es adecuado para un tipo de prenda”.

Apenas se lleva unos años buscando otras vidas para los envases. Y las posibilidades son inabarcables. Por eso es tan importante que cada día sigamos —y cada vez más— haciendo excursiones a los contenedores amarillo y azul. Cada pequeña contribución puede significar mucho. Y parece que los ciudadanos lo tenemos claro. Antonio Barrón: “Los ciudadanos cada vez estamos más concienciados acerca de la importancia que un gesto tan sencillo como separar los envases y depositarlos en el contenedor adecuado tiene para el medio ambiente”.

España a la cabeza

En materia de reciclaje se están dando pasos de gigante en nuestro país, donde, según datos recientes de Ecoembes, ya se recicla el 72% de los envases domésticos, lo que nos sitúa 17 puntos por encima de los objetivos mínimos que fija la UE en esta materia (55%). Pero el objetivo es claro: llegar al 2020 reciclando el 80% de los envases destinados al contenedor amarillo y azul.

Para saber más: www.ecoembes.com

http://elpais.com/elpais/2015/04/06/buenavida/1428305521_305283.html


Ajouter un commentaire

En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de las actividades empresariales, las certificaciones ambientales para empresas se han convertido en un elemento clave par
En la actualidad, el impacto ambiental de la gestión de residuos es un tema de gran relevancia en el ámbito empresarial.
En la búsqueda continua de soluciones ambientales sostenibles, la gestión de residuos ha emergido como un campo crucial donde convergen los principios de sostenibilidad y responsabilidad social.
En la era actual de conciencia ambiental y regulaciones cada vez más estrictas, la gestión adecuada de residuos no peligrosos se ha convertido en un tema de vital importancia para
Descubre cómo la gestión de residuos sanitarios de Leonardo GR lidera el compromiso ambiental y la responsabilidad social, garantizando un futuro más limpio y seguro.