Reciclaje Made In Europa

Boletín Especial

Reciclaje made in Europe

El Reciclaje made in Europe supone una restricción al libre
comercio bajo falsos argumentos ambientales

En los últimos años, la protección del medio ambiente está siendo utilizada para
justificar medidas comerciales proteccionistas que tienen un alto grado de
legitimidad a los ojos del ciudadano. De esta forma, se utilizan medidas de
respuesta al cambio climático para instaurar barreras a los bienes y servicios de un
país, limitando las operaciones de comercio internacional de estos bienes y
servicios.
En España, tenemos en la actualidad un claro ejemplo de aplicación de estas
medidas como instrumentos de protección de un sector productivo local. La
Disposición adicional decimosexta de la nueva Ley de Residuos, está sirviendo, para
que sectores económicos de la cadena del reciclaje, con argumentos tan débiles
como discutibles y sin bases contrastadas, estén intentando modificar las reglas del
juego en su propio beneficio, utilizando el medio ambiente como un mecanismo
para mejorar su saldo comercial, promoviendo que las Mancomunidades y
Municipios españoles velen porque todo el papel y cartón recogido selectivamente
en su ámbito territorial sea reciclado en cercanía, en España y en Europa, frente al
reciclaje fuera de Europa, incluyendo para ello una clausula en los contratos de
recogida que obliga a las empresas adjudicatarias a entregar el papel recuperado a
una fábrica de papel cuyas instalaciones estén ubicadas en España o en algún país
de la Unión Europea.
El argumento económico que subyace detrás de la implantación de estas
medidas proteccionistas está relacionado con el objetivo de determinados
sectores de mantener su competitividad frente a las industrias de otros
países
, sin tener en cuenta las afecciones negativas que pueden generar dichas
medidas en otros sectores económicos del mismo país, ni las consecuencias finales
que estas medidas pueden tener para con el medio ambiente.
Si analizamos el problema de forma global, modo en la cual se debe estudiar el
medio ambiente, existen evidencias de que el daño medioambiental, junto con el
económico a medio plazo, sería mayor si limitamos el destino del papel recuperado
que se comercializa a nivel mundial, fijando un destino común y preferente para
una fuente de recogida local. REPACAR. Octubre 2013

Proteccionismo verde encubierto: ¿sabemos a dónde
vamos?

La protección del medio ambiente y el proteccionismo verde no deben fomentar
políticas que restrinjan el comercio internacional, de manera inconsistente con el
sistema multilateral de comercio y con el derecho internacional ambiental; ya que
se podría perjudicar a unos sectores frente a otros.

La importancia de las exportaciones para el reciclaje
europeo

En la Unión europea no hay capacidad suficiente para reciclar
todos los residuos de papel y cartón que se recuperan, si se
limitan las exportaciones se corre el peligro de estrangular a la
industria de la recuperación.

En los últimos diez años, la gestión de los residuos ha sufrido una gran
transformación. Como consecuencia de la correcta aplicación de las políticas
europeas en materia de gestión de residuos, la recogida, clasificación y
procesamiento de residuos en Europa se ha ido incrementando, aumentando la
disponibilidad de materiales para su reciclaje.

En el caso concreto de los residuos de papel y cartón , y según los datos de la
Confederación de Industrias Papeleras Europeas, en Europa, como consecuencia
de su alta tasa de reciclaje, existe una sobreoferta de 8,8 millones de
toneladas de este material
, que se exporta a otros mercados, principalmente a
China, destino clave para el reciclado en todo el mundo, al ser el país de mayor
crecimiento económico mundial y donde se producen y se embalan una gran
cantidad de bienes de consumo que terminan en Europa.
Si estas exportaciones no se produjeran, estas toneladas de papel recuperado
corren el riesgo de acabar depositadas en un vertedero o incineradas, lo cual
representa un mayor riesgo y un menor beneficio ambiental.
La exportación de papel recuperado coloca a Europa a la
cabeza del reciclaje de papel y cartón

En los últimos años Europa está a la cabeza en reciclaje de papel y cartón,
donde se roza ya el límite técnico de recogida. El aumento de las tasas de recogida
y reciclado han posicionado a Europa como un referente mundial.
La exportación de papel y cartón recuperado ha hecho posible que en la
actualidad, en España, la tasa de recuperación de papel y cartón sea del
73,9%.
El sector de la recuperación de papel y cartón apuesta por continuar mejorando la
tasa de recuperación española, para lo cual, es necesario que continúe
rigiéndose por las normas internacionales de mercado
y no se limiten los
movimientos internacionales de este material, lo que supondría una bajada en las
toneladas recuperadas y causaría un mayor daño al medio ambiente que el implícito
al transporte de estas mercancías de papel y cartón, proporcionando una materia
prima secundaria que es utilizada por la industria papelera para la fabricación de
nuevos productos de papel y cartón.

Más de 1.700 empleos dependen la exportación de papel y
cartón recuperado

La industria española de la recuperación de los residuos de papel y cartón
es generadora de empleo y riqueza.

En el año 2012 mantuvo 18.500 empleos entre directos e indirectos, con una
facturación de más de 810 millones de euros, de los cuales aproximadamente 74
millones de euros procedían del comercio internacional del papel recuperado.
Si se ponen en práctica las limitaciones comerciales reclamadas por los fabricantes
de papel y cartón, y los municipios obligan a las empresas adjudicatarias a entregar
el papel recuperado a una fábrica de papel cuyas instalaciones estén ubicadas en
algún país de la Unión Europea, dando preferencia al reciclaje en España, el sector
dejaría de contar con ese potencial económico, lo cual se traduce en una perdida
directa de empleos. Por lo que alrededor de 1.700 personas que actualmente
trabajan en el sector de la recuperación de papel y cartón podrían perder
en los próximos años su puesto de trabajo.

Exportar papel y cartón recuperado es ambientalmente
sostenible

El comercio internacional de papel y cartón recuperado no incrementa las
emisiones de CO2 ya que los beneficios ambientales globales del reciclado
superan a las emisiones asociadas al necesario transporte.

Los beneficios ambientales del comercio internacional de materiales reciclables
están sobradamente demostrados. En el Reino Unido, esta cuestión quedó resuelta
a través de las conclusiones del estudio realizado por el organismo independiente
WRAP (Programa de Acción de Residuos y Recursos) donde se cuantifican las
emisiones de CO2 asociadas al transporte de las exportaciones de materiales
reciclables a China, para los casos concretos del papel y del plástico.
Para la realización del estudio se examinaron una serie de escenarios en los que se
identificaron las rutas reales de exportación, así como los medios de transporte
utilizados, calculándose las emisiones asociadas a cada etapa del transporte.
Los resultados del análisis mostraron que las emisiones de CO2 asociadas al
transporte de una tonelada de papel recuperado, desde Reino Unido a China, se
encuentran entre 154 kg. de CO2 y 213 kg. de CO2, niveles de emisión que
representan menos de un tercio del ahorro en términos de carbono asociados al
reciclaje de dicho material. Por lo que se concluye que la contribución de esta etapa
al balance ambiental global del proceso de reciclado, es mínima en comparación
con los beneficios ambientales de todo el proceso. Para consultar el estudio
completo:
http://www.wrap.org.uk/downloads/CO2_Impact_of_Export_Report_v8_1Aug08.ca
8f0b39.5760.pdf

El mercado de la exportación a Asia, es un flujo natural, dado que a Europa llegan
embalajes de cartón protegiendo los bienes de consumo que importamos de Asia.
Dicho embalaje, vuelve a necesitarse en el origen, en Asia; de ahí la demanda que
este mercado ejerce en occidente. Según el informe de Forest Trends, la industria
recicladora China evita que 65 millones de toneladas anuales de papel
recuperado sean eliminadas en vertedero en E.E.U.U., Japón y Europa.

A lo anterior hay que añadir que el envío de estos materiales a China se realiza
utilizando sistemas de logística inversa y verde, que aprovechan los contenedores
marítimos de retorno, evitando que regresen un elevado número de contenedores
de transporte de Europa a China vacíos. Además, el volumen de emisiones por
kilómetro y tonelada transportada, se reduce más de un 65% con el transporte
marítimo, con respecto al transporte por carretera. Sin embargo, si dejamos de
enviar este material a los estos mercados internacionales, el sobrante de
papel y cartón recuperado sería depositado en un vertedero o incinerado,
lo cual si que incrementaría de forma importante las emisiones europeas
de CO2.

China comenzó a importar materiales reciclables como papel, plástico o chatarra de
los EE.UU., Europa y otros países desarrollados en grandes cantidades a partir de
su entrada en la Organización Mundial del Comercio, en torno al año 2000. En el
caso concreto de España y del papel recuperado este hecho comenzó a producirse
en el año 2005, como consecuencia del aumento de la tasa de recogida y por lo
tanto de una mayor disponibilidad de este material en el mercado.

El recuperador español, al ofrecérsele una nueva alternativa de venta, cosa
altamente saludable en cualquier economía de libre mercado, convino en cerrar
operaciones con el fin de escapar de un mercado cautivo que le imponía una
desfavorable competencia con los países vecinos. Al gozar de mejores precios de
venta, pudo pagar mejores precios en la compra, beneficiando ostensiblemente a
los productores de papel y cartón recuperado.

Al existir en la actualidad en España una legislación más restrictiva, nuestro país
se encuentra en una situación de clara desventaja competitiva con
respecto a los países de nuestro entorno
, lo que puede conllevar a la
desincentivación económica de la recuperación nacional de papel y cartón; menos
volumen de papel y cartón recuperado en España y el encarecimiento de los
servicios públicos de recogidas selectivas de papel y cartón que actualmente se
sufragan parcialmente con el valor del material en el mercado internacional.
Las medidas políticas destinadas a crear la sociedad del reciclado, consolidar una
economía circular y mejorar la eficiencia de los recursos deben ir orientadas a
conseguir incrementar la eficiencia de los recursos al tiempo que contribuyen a la
competitividad de las industrias de la UE, pero deben de estar bien equilibradas,
para no favorecer a unos sectores frente a otros, y tener en cuenta tanto la
demanda como la oferta. Antes de prestar apoyo político a una iniciativa
estratégica sectorial es necesario analizar en profundidad los respectivos
costes y beneficios, tener en cuenta la dimensión mundial del problema, y
sobre todo realizar un proceso de valoración y evaluación del impacto
derivado de la aplicación de las medidas.
El libre comercio de materiales reciclables garantiza el máximo
aprovechamiento de los residuos como nuevos recursos y es un pilar
indispensable para la implantación de real del concepto de economía
circular.

FUENTE: REPACAR octubre 2013



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