Los cambios en nuestro estilo de vida, la necesidad continua de diferenciación que tienen los productos alimentarios, junto con los usuales requerimientos de propiedades, suponen una presión añadida en el desarrollo de materiales de envase.
En la actualidad, muchos de los materiales de envase alimentario no son renovables, y proceden del petróleo. Según EUROSTAT, los residuos domésticos de envases de plástico en Europa ascienden a más de 15 millones de toneladas, de las cuales el 40% acaba en el vertedero y no recuperadas o recicladas.
Con el fin de aumentar la cantidad de materiales de origen renovable en el envasado de alimentos, el consorcio europeo ADCELLPACK, financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea, está desarrollando un innovador material de envase.
El prototipo en el que se trabaja consta de una tarrina realizada con una lámina termoformable basada en la utilización de mezclas de polímeros biodegradables, sobre un soporte celulósico. Mientras, la tapa del envase se desarrollará empleando mezclas de polímeros biodegradables, ofreciendo un envase derivado íntegramente de fuentes renovables para su uso, en este caso, en bandejas utilizadas para la venta de queso en lonchas.
El nuevo material se está diseñando para poder aplicar la técnica del envasado por Atmósfera Modificada (MAP). Se trata de un proceso muy extendido para la conservación de los alimentos frescos, ya que permite aumentar la vida útil del producto. En esta tecnología de envasado, el aire atmosférico dentro del envase es sustituido por una mezcla de gases óptimos concretos para conservar el producto. Las estructuras comunes de envase MAP se basan en multicapas de materiales no renovables, que son difíciles de reciclar.
Los polímeros derivados de fuentes renovables o biodegradables son una alternativa prometedora para la industria del envase y embalaje con el fin de reducir el impacto medioambiental y el uso de fuentes no renovables. El empleo de materiales celulósicos puede ser una excelente alternativa en la estructura de envase para sustituir a los que se utilizan actualmente en el envasado MAP.
Esta iniciativa creará una solución totalmente sostenible, capaz de mantener la frescura del producto y garantizar su seguridad en contacto con alimentos. Será capaz de mantener e incluso mejorar la vida útil del producto mediante el uso de materiales celulósicos y polímeros biodegradables, utilizando un método de producción simplificado.
Además del queso utilizado para el prototipo del proyecto, el nuevo material podrá utilizarse en diferentes productos alimentarios que en la actualidad utilizan el envasado MAP.
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